A mediados de mayo, la noticia recorrió el mundo: Christie’s anunció que iba a poner en venta la colección privada de John David Rockefeller (1874-1960), una selección de 1500 piezas únicas cuyo valor supera los 500 millones de dólares. Se trató de una subasta histórica, que incluso desplazó a la colección de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, subastada en 2009, en París, por más de 400 millones de dólares.
Aunque fue su esposa, Abby Aldrich, quien le introdujo en el gusto por el coleccionismo –tras descubrir a Picasso y Matisse, durante un viaje en los años 20- el afán de la familia Rockefeller por atesorar obras de arte, comenzó en el siglo XIX. Acaso el día en que Joseph Henry Duveen (1869, 1939) decidió comercializarlo, basándose en la simple idea de que Europa tenía arte y Estados Unidos, dinero. Conocido por sus habilidades como diplomático y su inteligencia como comerciante, este hombre nacido en la ciudad inglesa de Hull convenció a empresarios como John Davison Rockefeller (padre de David), Henry Clay Frick, William Randolph Hearst, Andrew Mellon, de invertir millones de dólares en obras de arte. Se convirtió así, en uno de los marchands más importante de todos los tiempos.
“Duveen vendía posicionamiento social con el pretexto de vender arte. En aquel entonces sus objetivos fueron John D. Rockefeller, Andrew Mellon y J.P. Morgan entre otros millonarios que no contaban con mayores conocimientos artísticos”, apunta Daniel Rueda, gestor cultural y marchand mendocino, sobre el origen de la figura que desarrolla hace más de una década en Argentina y países como Alemania, Benelux, Chile, España, México y Uruguay.
“Esta profesión incluye relaciones públicas, publicidad, redes sociales, exposiciones profesionales. Pero lo más importante, es que la mayoría de las acciones consisten en operaciones de promoción que ni siquiera persiguen ventas inmediatas.”
Fuera del apunte histórico que da cuenta el origen de este oficio, transitando este siglo XXI global y digital, nos preguntamos ¿qué es un marchand y de qué se encarga?, ¿cuál es la importancia de su rol en el circuito de las artes visuales? Rueda explica: “Los tiempos han cambiado. Si bien actualmente existen perfiles profesionales como Larry Gagosian, considerado el más poderoso en el mercado del arte mundial, Mendoza y Argentina no participan de esa línea de millonarios negocios. Sin embargo, en grandes y pequeñas ciudades han surgido personajes en la disciplina, adaptándose por supuesto a su tiempo y lugar, que viene demostrando que el arte es accesible , que no se limita a un sector social. Se puede adquirir arte si se lo sabe comprar.”
En la práctica, Rueda es marchand desde hace 13 años, cuando dejó de lado su estudio de abogado para transitar a paso firme el territorio de la gestión cultural. Generó no sólo un incipiente mercado de arte local, sino también un modo de promoción artística diferente, adaptado a los nuevos tiempos y a un mundo globalizado. De este modo visibilizó el trabajo de varios artistas, dentro y fuera de Mendoza.
“Esta profesión incluye relaciones públicas, publicidad, redes sociales, exposiciones profesionales. Pero lo más importante y algo que muchos no entienden o están dispuestos a efectivizar, es que la mayoría de las acciones consisten en operaciones de promoción que ni siquiera persiguen ventas inmediatas. Esto me diferencia y distingue del marchand o idea de marchand de aquel Joseph o Larry u otros mundialmente conocidos”, explica Rueda.
Ahora bien: aunque la figura del marchand ha generado un movimiento en el campo de las artes visuales locales -“un cambio ascendente”, dirá el- y a pesar de que “están naciendo circuitos privados y el nivel de artistas en Mendoza es muy interesante”, el desarrollo de la profesión presenta, todavía, algunos claroscuros: “es cierto que no todo lo que se ofrece sirve a la profesionalización de un artista. Todavía se realizan exposiciones que no los legitiman en los más absoluto, alcanzando incluso a dañar su trayectoria. No se trata sólo de colgar cuadros o de enredarse en estereotipos en el arte”, detalla.
Pero su trabajo, asegura, “no fue difícil”: “esto tiene que ver con la presencia de la Facultad de Artes (UNCuyo) y con la lucha constante de algunos artistas que nunca declinaron en su esfuerzo, la mayoría de las veces en soledad. En definitiva son ellos los verdaderos protagonistas y quienes marcaron la diferencia con otras provincias de nuestro país”.
En un ejercicio propio de su labor, Daniel Rueda visibiliza para ÚNICO cuatro artistas y sus respectivas obras: Laura Valdivieso, Marcela Furlani, Egar Murillo y Rodrigo Etem.
Cuatro miradas, cuatro artistas
Laura Valdivieso
Artista visual (Mendoza, 1968). Egresó de la Facultad de Artes de la UNCuyo. Conjuntamente con su producción artística, realiza tareas como docente, investigadora, curadora y crítica de arte. Ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas en Argentina, España, Chile e Italia. Se ha especializado en Historia del Arte Argentino y Estética Contemporánea. Actualmente es docente en la Escuela Regional Cuyo de Cine y Video. Su obra combina formato y técnicas como son el yeso, las semillas de tapicero, los grabados en mármol o lápices de colores, donde encuentra materialidad la percepción misma de la artista hacia otros aspectos del dibujo. Nunca cuenta historias, sino estados con la presencia de la precisión y geometría.
Marcela Furlani
Artista visual (Mendoza, 1966). Estudió Artes Visuales en la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo. Dedica parte de su producción a la investigación gráfica en sus desplazamientos técnico – conceptuales. Se desempeña como gestora y curadora independiente desde 2001. Ha realizado muestras individuales y colectivas. Si bien es una artista que se identifica con lo efímero, en sus obras representa un trabajo sostenido con el concepto de territorio en la pintura, el dibujo, los grabados, performances e instalaciones. Sus trabajos están estrechamente vinculados con la sociedad de la que forma parte, siendo en definitiva una referente contemporánea.
Egar Murillo
Artista visual (Jujuy, 1957). Formado en la Facultad de Artes de la UNCuyo. Participa de importantes muestras individuales y colectivas en Mendoza, Buenos Aires y países de Europa. Ha sido premiado en importantes ocasiones. Es uno de los referentes más sobresalientes del arte contemporáneo en la región. Se maneja con la intuición y es considerado por sus pares como un artista verdadero, que utiliza distintas técnicas y reciclado. Crea sobre publicidades, cartones y distintos elementos, pero nunca banaliza con su producción, salvo cuando lo hace expresamente y en forma consciente.
Rodrigo Etem
Artista visual y gestor cultural (Mendoza, 1977). Estudió en la Escuela mendocina de Fotografía con Luis Vázquez y Sergio Pantaley. Realizó clínicas de análisis de obra con Fabiana Barreda, Esteban Álvarez, Ananké Asse y talleres de Arte Contemporáneo en SOMA (México), Border (México), Gimnasio de Arte y Cultura (México). Ha realizado muestras individuales y colectivas; y recibido becas, premios y distinciones. Cuenta en su obra con un importante enfoque tanto conceptual como instrumental, logrando quitarnos del plano de confort como espectador y desestabilizar nuestra lógica de la realidad. Es un artista que percibe los objetos, los reorganiza y compone, logrando ampliar el público que consume producciones artísticas contemporáneas.
Para agendar
Hasta el 30 de junio se pueden recorrer en ArteH Espacio Hipercerámico las muestras “¿Habré cambiado durante la noche?”, colección de Hugo Albriue (Sala 1); y “Tres fronteras. Observando de cerca”, de Zulema Maza (Sala 2).
Albrieu (bioquímico, artista, gestor cultural riojano) propone un recorrido por el relato de una colección de arte, que permite hacer visible no sólo una escena, sino vincularla y abrir un diálogo con el valor patrimonial agregado de ser testimonio palpable de lo que dicen los artistas en un lugar y momento determinado.
En tanto, Maza, reconocida y multifacética artista -ganadora del Gran Premio de Honor del Salón Nacional del Grabado en 2005 y distinguida con los diplomas al Mérito Konex en Gráfica (2002) y Grabado (1992)- llega a Mendoza relatándonos un mundo de fronteras abiertas, a través de la historia de tres mujeres jóvenes con fuertes ausencias, recuerdos presentes y marcados deseos de progreso.
Visitas de lunes a sábados, de 9 a 13 y de 16.30 a 20.30, con entrada gratuita. En Av. Acceso Norte 6.5 KM, Las Heras.
Daniel Rueda es uno de los principales referentes en gestión cultural en Mendoza y la región. Trabaja desde 2005 en la difusión de los artistas visuales en circuitos nacionales e internacionales. Ha recibido reconocimientos de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, Senado de Mendoza y el Gobierno de San Luis, entre otros premios como el Escenario 2017.
Recientemente lanzó un ‘Programa de Mentoring. Plan de carrera para artistas’, en el que desarrolla, junto con el D.I. Jose Codoni y un grupo de distinguidos profesionales artistas y creativos, el acompañamiento para ingresar al mercado de arte. También brinda un ‘Seminario de Herramientas para el crecimiento profesional de artistas visuales y talentos creativos’ a través de la Secretaría de Bienestar Universitario y Extensión de la UNCuyo. Actualmente es Director y Coordinador de ArteH Espacio Hipercerámico (Las Heras, Mendoza).