El dibujo, la pintura, la escultura o el grabado, son lenguajes que dependen solo de la capacidad y maestría de un artista para modelar materiales inertes; y sólo a través de un proceso lento y meticuloso, se logra convertir en un objeto de valor que perdurará a través del tiempo.
¿Cómo elegir entre tantas opciones tan variadas? Pueden ser obras abstractas o figurativas, de colores vibrantes o cálidos, pero lo fundamental ante todo es que, más allá de las tendencias o las modas, se elija de acuerdo al gusto, inclinándose por lo que capta nuestra atención, casi de forma intuitiva, y quedarse con aquello que nos motiva. Puede parecer obvio, pero no lo es si consideramos que, muchas veces, los circuitos por donde circula arte intentan imponernos un gusto determinado.
Y es que se suele pensar que para disfrutar y adquirir obras hay que tener conocimientos específicos en arte; y la realidad es que las expresiones artísticas le pertenecen a la gente. Si bien es cierto que desde algunos ámbitos del arte contemporáneo se generan discursos muchas veces snob, es importante entender que el arte existe por sí solo, al margen del mercado, al margen de cualquier explicación que quieran darnos acerca de un propuesta particular. Por eso mismo, hay que elegir piezas que realmente generen algo a nivel personal. Por supuesto, considerar que si se van a elegir obras de distintos artistas, con estilos disímiles, será importante encontrar entre ellas un hilo conductor o una gama de colores que ayude a generar un diseño cohesivo con ritmo visual.
Consejos pueden haber muchos, pero hay que animarse a jugar. La regla de oro clásica es la de colgar los cuadros a la altura de la vista, pero hay ejemplos que demuestran que puede verse atractiva la pared si experimentamos con las alturas. Otro tip que puede ayudarnos a organizar una pared en la que queremos mostrar cuadros de distintos tamaños es colgar la pieza más grande en el centro y construir hacia el exterior. Ayuda.
En definitiva, la obra de arte le brinda a quien la posee no solo beneficios estéticos (ligados al gusto personal), también hay una fuerte connotación social (históricamente ha dado cierto prestigio o distinción coleccionar arte) y pueden darse, a largo plazo, beneficios financieros.
Siete artistas mendocinas que podrían gustarte
La tradición pictórica de nuestra provincia es impresionante: muchos artistas de impecable factura desarrollaron en estas tierras sus carreras y lograron proyección internacional. Hoy la tendencia no ha variado y son muchos los pintores, de innegable talento, que pueden aportar un plus adicional a tu casa.

PAULA DREIDEMIE
Su pintura concentra el interés en el aire y la atmósfera y pone especial énfasis en el trabajo de la luz. Sus cielos y nubes tienen vibración y están plagados de poesía. En la imagen, su cuadro «La persistencia» de 2017.

OMARA SERÚ
Dueña de una pintura expresiva y colorista. Tiene un estilo distintivo, entre surrealista y folclórico, siempre muy personal. En sus cuadros convive la ingenuidad formal con la sofisticación compositiva. «Hasta el hijo de un dios se enamoró de ella» es el título de su obra en la imagen.

LAURA RUDMAN
Los bares y cafés, los patios y las baldosas; las mesas, sillas y tazas de café… los barcos y grullas de papel. Todo es visto por la artista desde una experiencia estética, todo está cargado de nostalgia. Cada pintura está llena de historias. En imagen, «La última frontera».

CARLA SANTILLI
Trabajos explosivos, cargados de color y energía. En su obra el oficio ocupa un lugar primordial. Sus técnicas varían y están determinadas por la inspiración o desafío del momento. La pintura que se muestra a continuación se titula «Los últimos».

VALENTINA GIOVANINNI
Su obra exige de mucho tiempo, dedicación y por sobre paciencia. La técnica basada en los puntos es el núcleo de su trabajo, allí encuentra una carga poética y expresiva que es fundamental para la representación. Aquí compartimos su trabajo «Espadas» de 2017.

PAULA CANO
Obra muy femenina y llena de frescura. El oficio ocupa un lugar protagonista, es la manera tangible en que descubre el crecimiento artístico. La técnica, en su caso, va variando, es la excusa para el fin. No le gusta sentirse limitada por los materiales. El cuadro que vemos en este apartado es el denominado «Mujer natura».

LUCÍA CORIA
Busca representar, desde un punto de vista femenino el gran tema de la soledad. Las mujeres son siempre las protagonistas de sus expresivos cuadros. La suya es una pintura cargada de fuerza y expresividad. En portada vemos su obra «Corazón delator».
CAMILA REVECO
Lic. en Comunicación Social por la UNCuyo y doctoranda en Cs. Sociales. Sus temas de interés son el periodismo cultural, los cruces entre la comunicación y el arte y la cultura visual. Es editora de Revista Ophelia, publicación impresa y digital dedicada a la difusión de artistas locales, nacionales e internacionales. Colabora en distintos medios gráficos y radiales, coordina talleres y cursos en diversos espacios públicos y privados. Trabaja en gestión y asesoramiento en arte.
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