Fue uno de los arquitectos más destacados de nuestro tiempo. Autor de las Torres Petronas, en Kuala Lumpur, las más altas del mundo entre 1998 y 2003; la Torre Costanera Center en Santiago de Chile, la más alta de Latinoamérica, y más de 300 proyectos alrededor del mundo. En Argentina, diseñó, entre otros, el Edificio del Banco República, el Banco de Boston, la Torre Repsol, el Banco Macro, las Torres Maral de Mar del Plata y el Centro Cívico de Rosario.
Gabriel Bekerman
Es arquitecto y mantuvo una relación ininterrumpida desde 1996 con César Pelli. Gabriel convirtió en asociado de la firma y trabajó en Estados Unidos con su colega durante diez años. Actualmente, colabora desde su oficina de Mendoza, donde desarrolla proyectos para la provincia, el país y el mundo.
Quienes tuvimos la oportunidad de tratar con César estaremos eternamente agradecidos de que nos haya abierto las puertas de su oficina. En mi caso, lo conocí en 1992 cuando visitó la provincia invitado por la Universidad de Mendoza (UM) para recibir el doctorado honoris causa. Recuerdo haberlo escuchado siendo aún estudiante en un Teatro Independencia colmado. También pude apreciarlo en otras actividades que realizó en el ámbito de la Facultad de Arquitectura de la UM.
Después de mucho insistir y obtener una visa que me permitiera trabajar temporalmente en los Estados Unidos, llegué en 1996 a New Haven, ciudad del estado de Connecticut. Mi plan original era quedarme seis meses para hacer una práctica profesional. Sin embargo, ese semestre se transformó en una década.
New Haven es una ciudad pequeña, ubicada a casi dos horas al norte de Manhattan en tren. Esta localidad forma parte de la gran área metropolitana de New York y cuenta con una de las universidades más antiguas y prestigiosas de los EEUU, Yale. Esta casa de estudios fue fundada en 1701 y tuvo el honor de tener a César como decano de su Facultad de Arquitectura.
Escuela de Arquitectura de Tucumán
Pelli se graduó en diciembre de 1949 de la Escuela-Instituto de la Universidad Nacional de Tucumán, donde recibió la influencia de arquitectos como Eduardo Sacriste y Jorge Vivanco. Ambos eran arquitectos jóvenes y talentosos, y habían arribado a la provincia norteña para transmitir las enseñanzas del movimiento moderno arquitectónico.
César continuó sus estudios en la Universidad de Illinois, en Urbana, a poco más de dos horas de la ciudad de Chicago. Partió a tierras estadounidenses con su esposa y colega Diana Balmori, quien dedicó su carrera al paisajismo y colaboró con él en muchos de sus proyectos. El arquitecto contaba que en dicha institución se enseñaban contenidos con un atraso de por lo menos 20 o 30 años de lo que ya había aprendido en Tucumán. Esto lo hizo sentirse mucho mejor preparado que sus compañeros.
En 1954, con 28 años y apenas graduado, comenzó a trabajar en la oficina de Eero Saarinen, en Bloomfield Hills, estado de Michigan. En ese momento, el estadounidense era una de las figuras más influyentes en la arquitectura del momento. Diez años más tarde, Pelli se mudó a Los Ángeles, donde se desempeñó cuatro años en DMJM y diez en Gruen Associates.
César llamó a Fred Clarke para un internado y colaborar en la oficina. Se habían conocido en Houston en una conferencia mientras el norteamericano todavía era estudiante. Ambos se convirtieron en socios en 1977, poco tiempo después de que el argentino fuera nombrado decano de la Universidad de Yale. El estudio lleva más de 40 años funcionando en New Haven. Uno de los hijos de Pelli, Rafael, también arquitecto, se transformó en socio y abrió su práctica en Nueva York.
La oficina se encuentra en pleno centro de la ciudad sobre la calle Chapel, frente a uno de los accesos a la Universidad de Yale. Está rodeada de edificios icónicos de la arquitectura, como la Galería de Arte de Yale y el Museo de Arte Británico, obras maestras de Louis Kahn. También se emplaza en la cercanía la Escuela de Arte y Arquitectura, de Paul Rudolph.
Todas estas magníficas construcciones se encuentran solo a unos pasos de la oficina. Sin embargo, no es lo único que hay para apreciar. Dentro del ámbito de la universidad y en sus alrededores, se erigen muchos otros edificios interesantes para visitar, algunos de ellos diseñados recientemente por César.
Osaka, mi primer trabajo
Comencé en la oficina formando parte del equipo de diseño del Museo Nacional de Arte Contemporáneo en Osaka, la segunda ciudad en importancia en Japón. El proyecto era todo un desafío, ya que se ubicaría junto al Museo de Ciencias, un edificio muy voluminoso emplazado en un terreno no muy grande. A esto se sumaba que el inmueble se situaría en una isla rodeada por dos ríos.
Tras una serie de deliberaciones, se decidió que el museo se desarrollaría bajo tierra. La parte visible y representativa del lugar sería una escultura emergente de 50 metros de alto que albergaría la recepción. Esta obra de arte fue realizada, finalmente, en acero inoxidable y cuenta con un revestimiento de titanio. César se había inspirado en la forma de las cañas de bambú de los jardines de Kyoto.
Tuve la posibilidad de seguir de cerca todo el proceso y pude constatar que, realmente, los japoneses son excelentes constructores. Se destacan por su labor detallista y por ser los mejores en el manejo del hormigón armado.
Luego de esta obra, vinieron proyectos como la sede corporativa para Goldman Sachs, en New Jersey; el edificio para Mitsui Fudosan, en Tokyo; la Torre Libertad, en México DF, entre muchos otros proyectos y competiciones. En el campo del planeamiento, participé del equipo que desarrolló el plan maestro para Abandoibarra, en Bilbao, y para la Universidad de Guadalajara.
Salesforce Tower San Francisco
130.000 m2 2018
Salesforce Tower es el edificio más alto de San Francisco. Junto con el Golden Gate Bridge y el Transamerica Building, es uno de los elementos definitorios del horizonte.
Con una altura de 326 metros, esta torre de 61 pisos tiene la forma simple y atemporal de un obelisco. Esto le da una silueta delgada y cónica. Las paredes están compuestas de vidrio transparente con detalles en metal perlado. Estos acentos horizontales y verticales disminuyen gradualmente en profundidad para acentuar las esquinas de vidrio curvadas. Tallado en la parte superior del edificio hay una faceta vertical que se ilumina por la noche.
En su base, Salesforce Tower se conecta directamente al Transit Center, que albergará 11 sistemas de tráfico del Área de la Bahía. En la parte superior, hay un parque público de 2,2 hectáreas, que ofrece actividades recreativas, educativas y naturales. Este predio cumple dos funciones: ser el futuro ancla del vecindario y constituir un elemento clave de la estrategia de diseño sostenible del proyecto.
Aprendizajes con el maestro
Las enseñanzas de César no se limitaban al ámbito profesional, ya que podían trasladarse a otros ámbitos de la vida. Lo que aprendimos de él quienes tuvimos el placer de conocerlo quedó grabado en nuestras mentes y corazones.
A su lado, aprendí a trabajar en equipo no solo con arquitectos, sino con consultores de infinidad de especialidades. Él promovía la participación de todos y escuchaba las ideas y aportes de cada uno. Supo rodearse de arquitectos jóvenes y talentosos, y estaba convencido de que solo trabajando de esta forma se lograrían los mejores resultados.
César era una persona muy clara en sus pensamientos. Le hacía feliz saber que las personas que recorren sus edificios se sienten orgullosas y más dueñas de la ciudad donde viven o que visitan.
Con él aprendí a implantar el proyecto sin preconcepciones. También, a encararlo como una respuesta a sus conexiones con el lugar, el propósito, el tiempo, el cliente, el presupuesto, las nuevas tecnologías y el desarrollo sustentable.
César me enseñó a pensar la obra en su totalidad y a darles importancia a los detalles. Asimismo, me ayudó a comprender que no hay proyectos grandes ni chicos, y que no hay clientes importantes y otros que no lo son. Todo es parte de la tarea del arquitecto y debe asumirse con la misma pasión y responsabilidad.
Por sobre todo, a su lado aprendí a discernir entre lo estético, lo funcional y lo racional, y a intentar, además, que la obra de arquitectura se transforme en arte. Para que así lo sea, solo es necesario que logre emocionarnos y agitar nuestro espíritu.
LaTorre Libertad cuenta con 32 pisos y alberga el hotel St. Regis. Se encuentra frente a la Fuente de la Diana Cazadora, cerca del parque Chapultapec, en un tramo de la calle recientemente revitalizado. El edificio se emplaza sobre el Paseo de la Reforma, el gran bulevar histórico de la Ciudad de México.
En respuesta a este tradicional sitio, el diseño de la torre es simple y escultural. Tiene una forma curva y triangular, con un elegante muro cortina de cristal transparente y persianas de aluminio blanco.
La esquina situada frente a la fuente presenta una faceta ondulada que capta la luz cambiante mientras enmarca una vista del monumento a Diana Cazadora. Esta faceta se estrecha a medida que llega hacia el cielo y se curva hacia afuera a medida que se acerca al suelo. Esto crea un gran dosel sobre la entrada.
Su legado
Muchas personas han cumplido logros de importancia en su vida, han trascendido de una u otra forma por méritos de todo tipo. Pero ¿cuántos destacados son llamados maestros sin que nadie lo ponga en duda? Estoy convencido de que esto es así porque no solo son personas que dominan la técnica de su profesión, oficio o arte, que enseñan y que forman. Ellos, especialmente, logran también transmitir su conocimiento e impartir valiosas enseñanzas más allá de lo laboral. Para eso, hace falta mucha generosidad y humildad.
Tuve la suerte de ser parte de la oficina durante los que creo fueron los mejores años de César. Pude disfrutarlo pleno, con toda su experiencia y rodeado de un grupo de arquitectos muy talentosos. Muchos de ellos aún trabajan en el estudio. Otros abrieron sus propias oficinas y colaboran en concretar obras que el maestro llamaba “sus hijos diseminados por todo el mundo”.
El legado del César quedó en el corazón y la mente de todos los que compartimos con él buena parte de nuestras vidas. Su recuerdo es imborrable y vuelve a nosotros cada vez que vemos y nos emocionamos con cada una de sus obras.
Sigo siendo parte de la oficina, aunque desde hace unos años decidí que mi lugar para vivir sería Mendoza. Afortunadamente, las distancias se han acortado enormemente a través de la tecnología.
Humildad, experiencia, memoria, equipo, responsabilidad: no es fácil encontrar todo esto en una sola persona. César era eso. Su sabiduría estará siempre presente.
¡Gracias, maestro!
Arquitectura es darles una respuesta apropiada y una interpretación artística adecuada a los problemas que se nos presentan en cada proyecto en particular. Requiere del equilibrio esencial que debe existir entre el arte y el bien común, entre la arquitectura y los principios morales y filosóficos que deben mover y conmover al hombre.
César Pelli (conferencia en Cornell University, 1979)