El inagotable magnetismo que las ventanas ejercen sobre los artistas fue el tema de la entrega de “Arquitectura, arte & diseño” en agosto, en la que presentamos el trabajo de una fotógrafa que captura la mística de las vidriadas portadas de las casas mendocinas durante la siesta. Aquí, seguimos desentrañando esta fascinación, esta vez de la mano de Natalia Sanchez Valdemoros, la artista cuya muestra “Fachadas” expresa la dualidad entre el mundo exterior y el mundo interior.
Sus ventanas son coloridas y resaltan de los paredones blancos o de color crema sobre los que se posan. Nos dan una sensación de calidez y familiaridad que reconforta. La vida, que es la fuente de inspiración de Natalia, late detrás de las aberturas, algunas cerradas, otras abiertas; unas perfectas, otras remachadas; clásicas, sencillas e imponentes, nos recuerdan a las personas, sus máscaras y sus misteriosas personalidades que nunca terminamos de descifrar…
“Las calles, las relaciones humanas y los edificios”, declara, son el contenido de esta muestra que abre un espectro de posibilidades en cuanto a su interpretación. Ante la pregunta sobre el significado de su obra, comenta que “no hay uno solo, ni un solo concepto planteado en la obra; mi obra es urbana, es muy abierta. Sí puedo afirmar que está muy ligada a la arquitectura” y añade que prefiere que sea el espectador quien interprete el mensaje, de esta manera no lo condiciona: “Que cada uno haga su propia historia…”.
En cuanto a su técnica, aclaró: “La elijo según lo que quiero lograr en este momento, ahora estoy trabajando con óleo sobre tela. Siempre hay desafíos nuevos, por lo tanto no tengo una sola técnica para mis obras”.
La sociedad está cada vez más involucrada con el arte en todas sus formas.
También rememoró su infancia como un devenir de días muy felices en los que dibujaba y pintaba sin imaginar que esa sería su profesión. Después de estudiar en talleres y en la facultad de Arquitectura y Urbanismo, decidió que quería ser artista el resto de su vida y desde ese momento comenzó su carrera, la cual se disparó rápidamente hasta llegar a ser elegida por la revista Forbes como una de las artistas en ascenso.
Actualmente, y habiendo tenido la posibilidad de dar a conocer sus pinturas en otros países, su proyecto a futuro es continuar expandiendo su arte “a otras ciudades del mundo”, sin dejar de reconocer que “desde hace un par de años Mendoza ha ampliado mucho su oferta cultural” y que los artistas tiene cada vez más oportunidades para compartir lo que hacen. “La sociedad está cada vez más involucrada con el arte en todas sus formas”, afirmó con positivismo.
El arte es mi forma de vida, es lo que hago y disfruto todos los días
En relación a su papel como pintora, confiesa que su vocación le ha regalado muchas satisfacciones y que no llega a sentir su labor diaria como un trabajo porque ama lo que hace. “Mi carrera me ha dado amigos, viajes y oportunidades de todo tipo… El arte es mi forma de vida, es lo que hago y disfruto todos los días”, explica. Para ella, un verdadero artista es aquel que con su obra es capaz de cambiar la manera de ver la realidad. “Ahora –dice– esos son muy pocos y los determina el tiempo, los demás somos hacedores de arte en camino, lo importante es hacer y ser lo más profesional que se puede, aprender, descubrir, probar, equivocarse, pero siempre con el pincel en la mano en mi caso”.