Por Federico Lemos / Arquitecto e interiorista
Decorar un espacio no es tarea fácil pero tampoco algo que esté fuera del alcance de quien se anime a hacerlo. Sabemos que hay profesionales especializados para ese tipo de prácticas, aunque puede ser más que interesante y divertido embarcarse en dicha tarea por cuenta propia. Para ello, no podés pasar por alto estos principios básicos.
1- Buen gusto
Mucho se habla sobre el buen gusto pero, ¿de qué trata? Definitivamente el buen gusto no es innato, no es hereditario y no es casual. El buen gusto se desarrolla y se aprende. Es la consecuencia directa de la culturización que vamos absorbiendo día a día desde que nacemos hasta que finalmente, en mayor o menor medida, lo aplicamos. ¡Ánimo! Si estás pensando en remodelar tu casa, seguramente ya contás con un cierto nivel de este ‘sentido’. Sino, estarías revisando las páginas amarillas en busca de alguien que lo haga por vos.
2- Técnicas para el uso de colores y texturas
Quizás éste sea el punto más difícil de explicar y entender debido a la cantidad de teorías y técnicas para el uso de estos elementos. Pero voy a intentar unificarlos en 2 leyes que considero muy importantes para su aplicación:
Menos es más: El exceso de cualquiera de éstos elementos podría generar un conflicto visual dando como resultante una percepción contraria a la deseada.
Plan de estudio: Para los elementos que definen el espacio es recomendable utilizar la menor cantidad de colores y texturas, acompañando sutilmente con otros. Independientemente si se trata de un espacio minimalista o no. Para ello es necesario trazar un plan para definir cuáles serán los colores y texturas principales.
3- Tipología y combinación del mobiliario
Estamos transitando quizás los tiempos más eclécticos de la historia. Tanto para el uso de mobiliarios e incluso colores y texturas. Hoy casi todo es válido. Y las modas del diseño interior cambian incluso por temporadas. Si buscás conformar un espacio que perdure en el tiempo lo mejor será no someterse literalmente a la última moda o tendencias. Hay que tener el poder de distinguir entre lo pasajero y lo estable o duradero. Sino, es probable que pases remodelando tu casa todo el año. Para ello te recomiendo combinar con líneas de mobiliario austeras, definidas y no tan jugadas. Sin importar si son muebles clásicos, rústicos o modernos.
4 – Distribución y uso del espacio
La tipología del mobiliario es un condicionante directo de la función de los espacios. El tamaño y cantidad deberá adecuarse a la dimensión y al uso de cada ambiente. Te recomiendo siempre contar con transiciones bien definidas entre ambientes. La autocrítica es tu mejor aliado. Si tenés la sensación que falta o sobra algo, es muy probable que tengas razón. Para ello podés utilizar los 2 principios que describí para el uso del color y textura.
5- La ornamentación
La función de los objetos que ornamentarán el espacio, ha de ser siempre acompañar y complementar. Si los ambientes ya se encuentran definidos, la ornamentación no tendrá tantas variables posibles y por lo tanto la tarea será más sencilla. Lo mejor de éstos adornos es que suelen ser más económicos y por lo tanto más fáciles de cambiar, dando la posibilidad de renovar los espacios sin necesidad de cambiarlo todo.
¡Con estos tips ya podés dejar volar tu imaginación! O bien ya podés guiar al profesional que va a redecorar tu casa.