Uno de los orgullos de Dalvian es su arbolado público, caracterizado por su frondosidad, su estado vegetativo y su poda tan particular. Todas las calles están bordeadas por ejemplares con más de 40 años de implantados. Para un mendocino, es imposible no pensar en la delicia de la sombra de una arboleda en verano ni en el dorado de las hojas en otoño.
Según nuestro censo de vegetación, actualmente, hay más de 14 000 árboles y arbustos de 54 especies diferentes en nuestros jardines frontales y bulevares. Nuestro aporte a la forestación de la Ciudad de Mendoza representa un 26,20 % adicional al total de árboles presentes en la capital (48 811). Por ello, debemos cuidar la calificación de “barrio parque” que , según lo establecido en el artículo 7 de la Ley 4886, posee nuestro conjunto residencial.
Un “bosque” de 14 000 árboles equivale a un parque de más de 35 hectáreas.
Desde el comienzo de la urbanización del barrio, en los años setenta, se contempló la implantación de árboles adecuados al suelo y la falta de agua típica del pedemonte. Ningún emprendimiento inmobiliario de la provincia ha planificado su forestación con tantos años de antelación. Esto permitió ofrecer ejemplares adultos al momento de comercializar los lotes.
Poda anual
La poda anual comienza a mediados de marzo y se extiende hasta principios de octubre, conforme lo definido en un plan preestablecido. El trabajo se realiza con cuadrillas de obreros previamente capacitados. Las labores se supervisan permanentemente para mantener una uniformidad de criterios. Además, se verifica de forma continua el estado sanitario de cada ejemplar para realizar las oportunas tareas de control de plagas.
PODA DEL ARBOLADO PÚBLICO
Ajustándonos a las sugerencias en materia de seguridad realizadas por nuestros asesores, desde 2017 llevamos adelante una poda anual. Gracias a ello, hemos aumentado el crecimiento de las ramas internas del aguaribay. Al reducir las copas de los árboles, también hemos mejorado el ingreso del sol y aumentado la luminosidad del alumbrado público.
El ingeniero agrónomo Carlos Giraud Billoud, asesor de Dalvian, explicó que “el periodo más conveniente para la poda y el replante es el receso vegetativo, que se da en otoño e invierno”. Esta suspensión está establecida por la legislación vigente “para lograr el equilibrio entre las necesidades urbanísticas y las del árbol”, precisó.
El especialista aclaró que “la poda de verano se limita a mantener el árbol equilibrado retirando los brotes menores, que siempre surgen de forma desordenada”, Por tal motivo, es conocida como “peinado”,