Más allá de que habrá mendocinos que irán hasta siete veces a las urnas para elegir a sus gobernantes, desde intendentes y concejales a gobernador y presidente, la dura crisis económica que atraviesa el país marcará a fuego las decisiones electorales que se tomen. Y más allá de quién gane, todos estamos pensando (y reclamando) un plan concreto, una receta, algo que encienda una luz al final del túnel.
Por ahora no sabemos cómo nuestros presentes y futuros gobernantes piensan sacarnos del pozo. Ni qué vendrá después del actual “Plan Picapiedras”, como lo bautizó el economista Carlos Melconian. Sólo estamos asistiendo al festival de fórmulas, alianzas y travestismo político, clásico en la historia argentina previa a cualquier proceso eleccionario más o menos disputado. Y si no hay plan visible, ¿qué se puede esperar entonces?
En este mar de incertidumbres, hay al menos dos certezas: Nada será como era aunque la grieta vuelva a ponernos sobre la mesa dos alternativas excluyentes: Cristina Fernández de Kirchner de un lado y Mauricio Macri del otro.
Aunque los nombres sean los mismos, el escenario que se presenta a partir de 2020 no tiene nada que ver con el que vino después de las elecciones de 2015. Incluso si volviera el kirchnerismo, esta nueva versión difícilmente tenga margen para volver a ser lo que era.
Es que el contexto económico cambió radicalmente estanflación mediante (recesión con alta inflación) y estos nuevos condicionamientos exigen grandes esfuerzos de moderación y, sobre todo, negociación. Aunque votemos a los mismos, ya no podrán ser los mismos. Y esto ya se ve plasmado en las fórmulas anunciadas, de Cristina Fernández de Kirchner como vice de Alberto Fernández, y de Mauricio Macri con Miguel Pichetto como su vice.
Gane quien gane, en la agenda se imponen dos obligaciones de máxima: estabilizar la economía en lo inmediato, e impulsar el crecimiento como paso siguiente. Y esta difícil tarea, recordemos que la economía argentina está en recesión con un 40% de inflación proyectada para este 2019 y no crea empleo privado genuino desde hace años, está condicionada por los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que le prestó al país U$S57.000 millones y sin los cuales estaríamos indefectiblemente nuevamente en default, sumado a la bomba de tiempo que son las Leliq, una metamorfosis de las Lebac.
Según datos del Banco Central al 6 de junio, el stock de Leliq asciende a $1.135,51 billones, cuando la Base Monetaria total de Argentina es de $1.286,79 billones. Un dato: las Leliq se renuevan cada siete días.
Cualquier volantazo del futuro gobierno, que no esté debidamente consensuado, puede derivar en un incumplimiento con el FMI e inmediatamente en un nuevo default, o caer en desgracia con los tenedores de Leliqs, lo que puede generar una estampida hacia el dólar. Pensemos que todos los pesos que hoy están en Plazo Fijo los bancos los colocaron en Leliqs. El efecto cascada puede ser devastador para el sistema financiero argentino.
Es por este nuevo contexto que, desde el vamos, un futuro gobierno de Mauricio Macri ya no tendrá margen alguno para el gradualismo que ensayó en sus dos primeros años de gobierno y tendrá que avanzar con carácter de urgente en reformas estructurales. Una agenda en la que Cambiemos como alianza tuvo un fracaso absoluto.
Algo similar tendrá enfrente un eventual gobierno de Fernández – Fernández. La deuda con el FMI y la bomba de tiempo de las Leliq difícilmente permitan un gobierno kirchnerista “puro” que vuelva a apostar a recetas como la emisión monetaria para financiar el déficit, al cepo cambiario o desdoblamiento del tipo de cambio. ¿Quién financiará el déficit? Y una inflación piso del 40% prevista para todo el 2019 deja muy poco margen para la maquinita populista de hacer billetes.
Ambas fórmulas presidenciales, con mayor intención de votos (al menos hasta ahora), si ganan, estarán condicionadas a transitar la avenida del centro, de la moderación y el consenso, en un camino donde el precipicio está muy cerca y no hay margen para errores groseros.
Federico Manrique
Periodista EconómicoTwitter @Fede_ManriqueEditor de Economía en Sitio AndinoDirector de la revista Área TresConductor de Económetro por La Red Mendoza 94.1
Fe de erratas
En la revista titulada ÚNICO, perteneciente a Dalvian, edición número 222 del mes de julio de 2019, en la sección Economía “Entre la grieta y la pared” en las páginas 24 y 25, donde hace referencia al autor y creador de la nota, actualmente hace mención a “Alfredo Romano Jr., director de Romano Consultores, Columbia University – School of International and Public Aairs, Argentine Institute of Financial Executives (IAEF)” en lugar de “Federico Manrique, Periodista Económico, Twitter @Fede_Manrique, Editor de Economía en Sitio Andino, Director de la revista Área Tres, Conductor de Económetro por La Red Mendoza 94.1”, quien es verdaderamente el autor intelectual de la nota en cuestión.Debido a un error involuntario, la agencia Común Adv, encargada de la producción periodística y diseño, se hace responsable del problema ocasionado y pide disculpas a los involucrados ante lo sucedido.