En esta edición de Economía, el especialista en finanzas Alfredo Romano Jr. resolvió todas nuestras dudas acerca de las inversiones y derribó los mitos existentes sobre esta actividad que, según sus afirmaciones, debería ser moneda corriente. Es que, nos explica, todas las personas que generan ingresos mediante alguna actividad deberían invertir una parte de los mismos. “Es decir, que el concepto del ahorro y la inversión están totalmente asociados, se vinculan completamente”. Tanto es así que la definición de invertir debería ser, en ciertos momentos de la vida, para Romano, “equivalente al de ahorrar”. “Deberían ser la misma palabra porque, en definitiva, todo lo que uno guarda debería invertirlo. Después uno puede ver en qué, eso, para mí, significa tener capital que trabaja para vos”, aclaró.
Para mí ahorrar significa invertir. Yo creo que en economías como la nuestra, donde hemos vivido muchos procesos inflacionarios y devaluatorios, cualquier persona que tiene plata disponible tiene que invertirla. El consumo genera pérdidas, a diferencia de la inversión de capital, que genera valor en el tiempo.
El problema es que en América Latina y, sobre todo, en Argentina, no tenemos la cultura de mover nuestro dinero, sino más bien de gastarlo. Pensamos que su valor es tan volátil que guardarlo no es una jugada inteligente e inmediatamente hacemos compras o un viaje. La verdad es que, más allá del plazo fijo o de la compra de inmuebles, no se nos ocurre otra manera de aumentar nuestro patrimonio. En cambio, en países desarrollados existe lo que se denomina “fondos de pensión”, que se alimentan de los aportes de quienes trabajan en relación de dependencia. De esta manera, muchos jóvenes en sus veintes comienzan a invertir indirectamente desde el inicio de su carrera profesional. Estos fondos que manejan trillones de dólares y que suelen invertir en acciones no resultan extraños en otras economías del mundo. Sin embargo, en la nuestra sigue siendo una “extravagancia de los sofisticados”.
A continuación te contamos cuáles son las opciones que tiran por tierra esa creencia. Si bien hay muchos instrumentos al alcance de todos, Alfredo Romano Jr. enumera algunas de las que más resuenan:
Lete en dólares
Son las Letras del Tesoro en dólares y son un instrumento que funciona de manera similar a un plazo fijo, pero que a diferencia de este tiene distintos plazos y tiene una rentabilidad en dólares que es mucho más alta que la de un plazo fijo en dólares. Uno de los puntos positivos de esto es que uno puede hacerse de la inversión muy rápidamente, es decir, el activo tiene alta liquidez. Este es un poder muy importante, sobre todo en momentos de estrés financiero ya que, dada la situación de Argentina, si un negocio para o tiene menos demanda, las personas tienen que hacer uso de sus inversiones o ahorros para seguir viviendo y continuar en este círculo.
¿Qué es la bolsa? Es el canal al mercado de capitales; brinda las facilidades para realizar negociaciones de compra y venta de valores.
Bonos en pesos
Son los llamados bonos con CER, que se llaman así porque siguen el índice inflacionario y se ajustan a la aceleración de la inflación. Por ejemplo, si uno espera que en noviembre la inflación sea del 7%, ese bono se capitaliza mucho más que lo que puede pagar un plazo fijo.
Bonos en dólares
Estos instrumentos se dolarizan y pagan una renta semestral en dólares. Argentina emite estos títulos y hay una variedad muy interesante, dependiendo del perfil del inversor y considerando los vencimientos y la rentabilidad que ofrecen. En la actualidad hay bonos soberanos en dólares que pagan arriba del 10% anual y tienen un altísimo nivel de liquidez.
Acciones
Existen distintas compañías que actualmente cotizan en nuestra bolsa, en el sector financiero de Argentina, y de las que cualquiera puede participar. Por ejemplo, quien lo desee puede ser accionista del banco Galicia, del banco Macro, Supervielle, Ternium, de Central Puerto, etc., y recibir los dividendos correspondientes.
Lebacs
Son las Letras (títulos de deuda) que emite el Banco Central de la República Argentina. Se licitan una vez por mes, en cuyo vencimiento se paga capital más un interés. La ventajas de este instrumento es que ofrece tasas altas.
Fondos de inversión
Son un patrimonio de activos provenientes de distintos inversores, capitalizados por instrumentos con cotización y oferta pública. A diferencia de fondos cerrados o privados, tienen muchas regulaciones por ser públicos y responden a distintos entes regulatorios como la Comisión Nacional de Valores. Son administrados por un grupo de profesionales expertos e invertidos en todo tipo de activos financieros de oferta pública como bonos y/o acciones, permitiendo acceder a más y mejores alternativas que en forma individual. Hay distintas variedades según el riesgo y el tipo de activos en que invierten; algunos son en dólares, otros en pesos, con mayor o menor volatilidad y rentabilidad.
El problema de Argentina —por lo menos en los últimos 100 años— es que tenemos una economía que no ahorra, sobre todo por un problema fiscal, que es el gran problema de nuestro país. La parte pública tampoco ahorra, por el contrario, se endeuda y mal porque se endeuda en dólares y nuestra economía no genera dólares. Entonces, cada 15 años se genera un shock externo que da vuelta todo. Esto, llevado a situaciones micro, es lo mismo: el argentino no tiene la cultura de ahorrar e invertir
¿Cómo empezar a invertir?
Para ingresar al mercado capitales el primer paso es acercarse a una agencia o sociedad de bolsa para abrir una cuenta comitente —a través de un “broker”—, que es como una cuenta bancaria desde donde se empieza a operar. El mínimo de las operaciones depende de la entidad o banco con que se trabaje. “Hoy con 200 o 300 mil pesos podés arrancar y canalizar inversiones”, sugirió el economista, “pero en Argentina hay desconocimiento, falta de canales que vinculen la oferta y la demanda”, aclaró. Por eso, lo principal es informarse. A través de la tecnología es posible acceder a mucha data e interiorizarse en el mundo de los valores, aunque lo más recomendable es asesorarse con un consultor. A esto tenemos que sumarle una mentalidad temprana del ahorro y la certeza de que todo lo que uno haga en edad productiva es lo que va a servir para construir una base patrimonial, económica, financiera, cultural para la segunda etapa de la vida.
Una de las recomendaciones que ofrece Romano es diversificar los portfolios, invirtiendo tanto en el exterior como en Argentina, teniendo en cuenta las ventajas impositivas del mercado interno. “Uno puede comprar bono de Brasil, deuda chilena o acciones americanas”, se explayó, añadiendo que el abanico de posibilidades es amplio y si se trabaja con un broker serio a nivel nacional, es factible destinar capital a otros países y a economías emergentes.
“Lo más importante es construir hoy el futuro de mañana”, sintetiza con esta frase Alfredo Romano Jr., “lo único que hay que tener es timing, estar atento y contar con buen asesoramiento”, asegura y cierra una entrevista que fue por demás constructiva e informativa. Ahora, ¡a sacar cuentas!
Director de Romano Consultores
Columbia University – School of International and Public Affairs
Argentine Institute of Financial Excecutives (IAEF)