Por Patricia Bordas / Fundadora de Ashtanga Yoga mendoza – Terapeuta Pránica
En su mes, las deleitamos con una edición dedicada a ellas.
En el mes de la mujer, compartimos una nota dedicada a nosotras ¿Cómo somos y por qué? ¿Cómo no perder nuestra esencia durante los roles que desempeñamos día a día? ¿Cómo fortalecer nuestra con anza femenina? Todas esas preguntas que in- conscientemente nos hacemos y que entre tantos pensamientos a veces no logramos comprender. Hablar de nuestra sensibilidad nos dará muchas respuestas.
SENSIBLES Y CREATIVAS
La mujer es un ser sensible desde su crea- ción, un ser global que busca escuchar y sentir al otro.
La mayoría de lo que nos sucede tiene que ver con lo sensitivo, y por eso es que la piel es la parte del cuerpo femenino más recep- tivo. Es lo que nos conecta con el exterior, con las sensaciones.
De aquí, hay una relación directa con los hemisferios del cerebro: el derecho, es el cuanti cable, mientras que el izquierdo, es el de las sensaciones. Éste, es el que nos caracteriza y al cual responden nuestras actitudes. De allí que seamos tan “sensi- bles” a los estímulos o a las palabras y gra- cias a ello tenemos esta facilidad para la variedad de asuntos en el mismo momento.
POLIFUNCIONALIDAD: La capacidad de estar en todas y luchar contra eso.
Al hacer uso del hemisferio izquierdo, la visión de la mujer es más amplia, se vale de satisfacer muchas exigencias al mis- mo tiempo. Estas exigencias, que a veces parecen externas, provienen de un siste- ma interno coherente que implica: pensar, hacer y decir en una misma línea.
¿Pero cómo conectarse con la propia sen- sibilidad en medio de este remolino? Hay que aprender a decir SI cuando se puede y a decir NO sin sentir que estamos fallando a un hijo, a un esposo o a nuestros propios padres. Hay que encontrar espacios perso- nales de tranquilidad, de silencio. Puede ser planchando, escuchando música o en con- tacto con la naturaleza que tiene mucho de lo femenino. De hecho el planeta es prácti- camente energía femenina.

LO BUENO Y MALO DE SER MUJER
Indiscutiblemente nuestra mayor virtud es
La mujer es un ser sensible desde su crea- ción, un ser global que busca escuchar y sentir al otro.
La mayoría de lo que nos sucede tiene que ver con lo sensitivo, y por eso es que la piel es la parte del cuerpo femenino más recep- tivo. Es lo que nos conecta con el exterior, con las sensaciones.
De aquí, hay una relación directa con los hemisferios del cerebro: el derecho, es el cuanti cable, mientras que el izquierdo, es el de las sensaciones. Éste, es el que nos caracteriza y al cual responden nuestras actitudes. De allí que seamos tan “sensi- bles” a los estímulos o a las palabras y gra- cias a ello tenemos esta facilidad para la variedad de asuntos en el mismo momento.
POLIFUNCIONALIDAD: La capacidad de estar en todas y luchar contra eso.
Al hacer uso del hemisferio izquierdo, la visión de la mujer es más amplia, se vale de satisfacer muchas exigencias al mis- mo tiempo. Estas exigencias, que a veces parecen externas, provienen de un siste- ma interno coherente que implica: pensar, hacer y decir en una misma línea.
¿Pero cómo conectarse con la propia sen- sibilidad en medio de este remolino? Hay que aprender a decir SI cuando se puede y a decir NO sin sentir que estamos fallando a un hijo, a un esposo o a nuestros propios padres. Hay que encontrar espacios perso- nales de tranquilidad, de silencio. Puede ser planchando, escuchando música o en con- tacto con la naturaleza que tiene mucho de lo femenino. De hecho el planeta es prácti- camente energía femenina.

LO BUENO Y MALO DE SER MUJER
Indiscutiblemente nuestra mayor virtud es
la sensibilidad. Eso mágico que nos conec- ta con los demás y nos permite tener sen- timientos sin límites, que nos permite sincronizarnos con la naturaleza.
Por otra parte, tenemos una lucha constan- te contra la pérdida del control. Las muje- res por instinto tenemos este gen protector que inconscientemente, hace que estemos en permanente alerta del otro. Si el otro se tiene que equivocar, que se equivoque y ten- ga la posibilidad de elegir desde el error. Son tiempos de uir y dejar ser a los otros. Conectarse con la uidez hace que perda- mos la necesidad de control y aprendamos adecir“yocreoqueestoeslomejor”,acep- tando una decisión contraria.
LA MUJER EN TIEMPOS MODERNOS:
No perder nuestra naturaleza femenina. Todo ese movimiento donde la realidad, la sociedad y la demanda han logrado correr a la mujer de lo esencial, de sus capaci- dades intuitivas, creativas y sensibles. La mujer hoy está estresada, cansada, fatiga- da. Si bien “la mujer” siempre estuvo, ahora hay que darle un enfoque desde lo femeni- no. Fuera de la mujer competitiva que nece- sita trabajar y generar cosas.
Entonces ¿cómo nos nutrimos? Conectán- donos con nuestra esencia. Sin necesidad de ir al psicólogo, psiquiatra o tomar fárma- cos. Incluso nos nutrimos desde la vulnera- bilidad, hablando con otras mujeres sobre nuestro período, sobre el placer. Temas que no siempre se hablan y que ayudan a conec- tarse.
SER SENSUAL POR NATURALEZA: dejar de lado las represiones.
Hoy, tenemos un gran desafío que es romper con el paradigma de la mujer que fuimos. El control, resolver problemas de otros, los
Por otra parte, tenemos una lucha constan- te contra la pérdida del control. Las muje- res por instinto tenemos este gen protector que inconscientemente, hace que estemos en permanente alerta del otro. Si el otro se tiene que equivocar, que se equivoque y ten- ga la posibilidad de elegir desde el error. Son tiempos de uir y dejar ser a los otros. Conectarse con la uidez hace que perda- mos la necesidad de control y aprendamos adecir“yocreoqueestoeslomejor”,acep- tando una decisión contraria.
LA MUJER EN TIEMPOS MODERNOS:
No perder nuestra naturaleza femenina. Todo ese movimiento donde la realidad, la sociedad y la demanda han logrado correr a la mujer de lo esencial, de sus capaci- dades intuitivas, creativas y sensibles. La mujer hoy está estresada, cansada, fatiga- da. Si bien “la mujer” siempre estuvo, ahora hay que darle un enfoque desde lo femeni- no. Fuera de la mujer competitiva que nece- sita trabajar y generar cosas.
Entonces ¿cómo nos nutrimos? Conectán- donos con nuestra esencia. Sin necesidad de ir al psicólogo, psiquiatra o tomar fárma- cos. Incluso nos nutrimos desde la vulnera- bilidad, hablando con otras mujeres sobre nuestro período, sobre el placer. Temas que no siempre se hablan y que ayudan a conec- tarse.
SER SENSUAL POR NATURALEZA: dejar de lado las represiones.
Hoy, tenemos un gran desafío que es romper con el paradigma de la mujer que fuimos. El control, resolver problemas de otros, los
prejuicios, etc. No hay modelos, ahora hay que relajarse, porque los modelos hacen que la mujer se reprima, reprima su libertad de ser como quiere.
Cuando nos miramos al espejo, no tene- mos que buscar el re ejo del paradigma: la mujer peinada, sin rollitos, alta y sexi. Tenemos que mirar nuestra sensualidad, lo femenino es redondo y circular, enton- ces, ¿por qué no conectarnos con nuestras partes redondas? Si estás conectada con tu ser bello, las personas te van a ver bella. Tie- ne que ver con una energía expandida que hace que se conecte lo que se ve con lo que se siente.
Romper con el paradigma, es dejar de mirar hacia afuera y empezar a mirar hacia aden- tro para mostrarle al mundo nuestro ser sensual.
Cuando nos miramos al espejo, no tene- mos que buscar el re ejo del paradigma: la mujer peinada, sin rollitos, alta y sexi. Tenemos que mirar nuestra sensualidad, lo femenino es redondo y circular, enton- ces, ¿por qué no conectarnos con nuestras partes redondas? Si estás conectada con tu ser bello, las personas te van a ver bella. Tie- ne que ver con una energía expandida que hace que se conecte lo que se ve con lo que se siente.
Romper con el paradigma, es dejar de mirar hacia afuera y empezar a mirar hacia aden- tro para mostrarle al mundo nuestro ser sensual.
Por Patricia Bordas
Instructora y fundadora
de Ashtanga Yoga Mendoza. Profesora de Educación Física. Terapeuta Pránica. Caminante Chamánica. Promueve Círculos de Mujeres.