Un momento crucial en la vida de nuestros chicos ¿Cómo estar a la altura de las circunstancias?
¿ Cómo acompañarlos en la búsqueda?
Una de las cuestiones que más inquieta a los padres de adolescentes es el tema de su búsqueda vocacional. A lo largo de casi treinta años, en colegio San Andrés venimos comprobando que esta etapa crucial de los chicos provoca muchos interrogantes en las familias.
¿Pueden por sí mismos encontrar la vocación? ¿Los padres deben involucrarse en ese proceso? ¿Cómo se puede ayudar a los jóvenes?
Los expertos en el tema coinciden en que difícilmente alguien de 15 años pueda proyectar y tomar decisiones que definirán la forma de vida de sus próximos 40 años. La adolescencia es una etapa marcada por la segunda socialización, es decir que los amigos y compañeros empiezan a tener una gran influencia en sus proyecciones y elecciones. De allí la importancia de que la familia asuma un papel atento y colaborativo, lo cual genera otra duda.
¿Hasta dónde es conveniente involucrarse?
Quedaron lejos las épocas en que los padres decidían a qué se tenían que dedicar “sus” hijos o los tiempos en que las hijas mujeres ya tenían asignado de antemano el rol de esposa/madre/cuidadora de padres ancianos. En nuestra cultura esto ya no es así, por suerte. Desde nuestra experiencia en el ámbito educativo mendocino, hemos visto que hoy muchos padres se cuidan de influenciar a los chicos con sus propias actividades o carreras. Incluso muchos nos piden herramientas para ayudarlos en esta búsqueda.
En Colegio San Andrés podemos sintetizar dos pasos muy importantes que podemos compartir con los chicos:
1. Informarse sobre la mayor cantidad de alternativas posibles: información de ferias de oferta educativa, acceso a catálogos de carreras universitarias, blogs o webs institucionales. Un consejo práctico: Leer juntos esta información y luego conversar sobre qué podrían hacer de acuerdo a sus intereses, aptitudes y posibilidades. Siempre atentos a escucharlos y a tomar en consideración sus sentimientos y opiniones.
2. Vincularse con distintos ámbitos laborales: ver cómo viven personas de distintas ocupaciones y si es posible conversar con ellas sobre cómo y cuánto tiempo se prepararon, qué valoran y qué critican de su profesión, por ejemplo. Cuando los chicos están muy indecisos, una buena idea es acercarse a contextos profesiones muy diferentes a los que frecuentamos: mundo del arte, de la ciencia, de la industria, del deporte, de la informática, del ambiente, etc.
El Servicio de Orientación de San Andrés -bajo la coordinación de un profesional de la Psicología- efectúa un acompañamiento personalizado del adolescente lo largo de todo su ciclo secundario, que repercute favorablemente en el rendimiento y visualización de las propias habilidades e intereses. Y luego ya específicamente en 4° año -con la guía una Psicopedagoga– se brindan talleres de orientación vocacional, se recorren ferias y se organizan ciclos de visitas de profesionales o empresarios según las carreras elegidas por los chicos.
Porque en toda decisión hay que contar con mucha información y también con el apoyo de quienes nos aprecian. Como padres debemos involucrarnos, ayudar a conseguir información, a analizar sin condicionar y finalmente dejar que los hijos decidan con máxima libertad.
Por Colegio San Andrés