“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”.
Madre Teresa de Calcuta
El Día de la Madre es significativo para todos, sin excepción, ya que la gestación del humano solamente proviene del sagrado vientre de la mujer. Las palabras del encabezado definen con precisión ese vínculo divino.
Hay madres generadoras de vida de infinitas maneras: biológicas, del corazón y con avanzadas tecnologías, que también hacen posible la sacralidad de dar vida. Nuestro respeto, agradecimiento y reconocimiento al amor incondicional que vibra en el alma de todas ellas.
Kahlil Gibran nos dejó un presente con las reflexiones que vuelca en el siguiente poema:
Tus hijos no son tus hijos
Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar su cuerpo,
pero no sus almas, porque ellas
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.