Por Anabel Caselles (Propietaria y encargada de Marketing en Bodega Sin Fin) / María Isabel Mijares (asesora enologica de Bodega Sin Fin)
Anabella e Isabel de Bodega Sin Fin nos cuentan cómo ha crecido el vínculo entre el vino y la mujer.
La mujer y el vino en el 2016 es una realidad. Lejos están los tiempos en que Mujer y Copa de vino eran imposibles de entender. La mujer le ha aportado al vino imagen, sensualidad, imaginación y amor .El vino también le ha dado mucho a la mujer, ha sido un gran encuentro. Ahora, hace falta que le quitemos esnobismo, glamour mal entendido y le aportemos rigor. -Isabel
Por otra parte, ha crecido como consumidora. Es la que muchas veces decide lo que se va a beber en un restaurante o qué vino se lleva a casa. Si bien en los últimos años el vino ha tenido mucho de exclusivo, con el boom de las ferias, degustaciones y cursos de vinos por doquier, ha crecido el interés y participación de la mujer, sintiéndose muy identificadas en varios aspectos del vino, además de ser un camino divertido y apasionante. -Ana
Tendencias de consumo
Durante años se relacionó a la mujer con el consumo de vinos blancos, rosados y espumantes. Esto ha cambiado bastante y cada vez son más las mujeres que toman tintos con cuerpo y hombres que disfrutan de los blancos frescos y rosados bien logrados. Pasó a ser más que una cuestión de momento de consumo que de género, en donde de acuerdo a la ocasión ambos sexos pueden elegir libremente que prefieren tomar.
En materia de tendencia, las mujeres venimos tomando espumante más allá de la celebración, vinos tintos frutados pero con cuerpo y hay una curiosidad muy grande por probar nuevas etiquetas. Es un gran momento del Cabernet Franc, Semillón y Bonarda. Los vinos dulces, son también muy buscados por las féminas. Otro aspecto interesante del vino es su asociación con la salud y sus bondades antioxidantes, en épocas de “onda fit”,esto ha permitido que el vino siga siendo permitido en muchas dietas. -Ana
No olvidemos que, las verdaderas tendencias de consumo son muy diferentes en los distintos países, dependiendo de la cultura vitivinícola y la formación de la mujer. Y que a veces, no hay “varietales preferidos” porque la preferencia depende de cada paladar. Hay vinos, momentos y personas. Una mujer, no toma el mismo vino con un amigo, un hijo, un amante o un sueño… -Isabel
Enólogas en crecimiento
Es una realidad que cada vez hay más enólogas bien formadas, comprometidas dispuestas a innovar y sobre todo dedicadas a sus proyectos. Es difícil ser enóloga y a la vez “turista”. Sacar tiempo de la vida y la familia cuesta, y justamente no lo hacemos para nada .La enóloga es orgullosa y pudorosa, es nuestra ley de vida, tenemos que demostrar a diario lo que valemos. Vivimos en una sociedad machista hecha por los hombres, pero los hombres son un mal deliciosamente necesario.– Isabel
También ha aumentado considerablemente el espacio que las bodegas brindan a las profesionales del vino. Enólogas, sommelier, periodistas especializadas, comerciales, etc, todas mujeres profesionales que se desempañan con muchísimo éxito en la industria hace años. Sin ir más lejos, en Bodega Sin Fin desde nuestros inicios contamos con el asesoramiento de María Isabel Mijares. Ella brindó mucho concepto y femineidad a nuestros vinos.
También han surgido asociaciones varias como la “AMUVA” y grupos de mujeres aficionadas y profesionales del vino que se dedican a realizar encuentros con degustaciones, charlas. Las mujeres somos muy inquietas en ese sentido, siempre estamos generando cosas nuevas alrededor del vino. -Ana
Color, aroma y sabor
Las mujeres tenemos una sensibilidad más entrenada respecto a los estímulos, por cuestiones socioculturales, más que nada. Lo que no quiere decir que ambos sexos puedan percibir todas las bondades de un vino por igual, sólo que la mujer al tenerlo más incorporado, le resulta más fácil detenerse a degustar y encontrar un mar de sensaciones. Pero claro está que vivimos en un mundo de vinos creados mayormente por los hombres y mal no les ha ido. Creo que es una excelente oportunidad de crecimiento para el vino que se trabaje en conjunto con ambas miradas.
El vino tiene mucho de femenino, justamente por lo sensible de todo su proceso, por los tiempos que necesita, por la delicadeza y por la capacidad de cambio. Ésa es la razón por la que todas nuestras campañas han estado asociadas a la mujer, porque creemos que el vino es placer, seducción y delicadeza, y desde ahí siempre la mujer es protagonista. -Ana
Un recomendado para ellas
El Sin Fin Rosé Nature, Méthode Champenoise, elegante, fresco y sutil espumoso, para disfrutar solo o acompañado. – Ana ;El tinto Gran Guarda: sincero, carnoso, firme, con cuerpo de varón y alma de mujer. – Isabel
Anabel Caselles
Encargada de Marketing en Bodega Sin Fin Propietaria
María Isabel Mijares
(España) Asesora enológica de Bodega Sin Fin