Es un mañana de festejo en Sólo los Chicos: la comunidad educativa está celebrando el Día de los Jardines Maternales. Desde el escenario, el mago Buda despliega sus infalibles trucos. Las pequeñas miradas se centran, asombradas, sobre él. Las risas, en cambio, chispean en el aire; lo encienden. Viviana Vila junto con las Docentes, se divierten juntos a ellos, disfrutando al máximo, el festejo!
En la dirección del jardín maternal que funciona en Dalvian, Viviana recibe a ÚNICO. “Todos los días vengo temprano porque me gusta recibir a los niños, poder mimar a los que, sus papas necesitan dejarlos muy temprano, darles la mamadera, jugar junto a ellos, hasta que van llegando las Seños en dos turnos diferentes. También es importante que la directora, esté presente; así las maestras se sienten contenidas”, asegura.
La ambientación de la oficina es toda infancia: hay juguetes, fotos, peluches, libros. En una de las paredes, está, también, la imagen promocional de “Vivi y sus amigos”, programa de televisión para niños que condujo y se emitía por Cablín. Se lo comentamos. Ella sonríe: “Creo que me retiré en el momento adecuado; justo para haber dejado un buen recuerdo. Muchos papás ven el cuadro que tengo acá y dicen ‘¡Sos vos Vivi!’. Y sí, los años pasan… (risas)”.

Después de 25 años al frente de un programa de radio y siete de estar en pantalla, Viviana decidió materializar un antiguo deseo: tener su propio jardín maternal. Y lo hizo: abrió Sólo los Chicos, institución que dirige hace 13 años y cuyo nombre es tomado de una canción de Fito Páez. Allí, niños y niñas de entre 1 y 3 años, realizan talleres de cocina, inglés, música y psicomotricidad; en un ambiente abierto –tanto las mamas como los papas o algún abuelo/a, pueden ingresar libremente a las cuatro salas: Ositos (1año), Salas Bichitos y Selva (2 años) y Sala Circo (3 años)- siempre respetando no interrumpir las actividades en que se encuentren cada niño, en cada una de ellas.
Es un jardín integrador, incluye la educación de niños con necesidades especiales . “Este es un espacio para jugar, crecer y amar”, dice, poniendo en primer lugar la experiencia lúdica. El objetivo, asegura, es volver a las fuentes. Por eso es habitual escuchar, en el Jardincito, canciones de Adriana, Topo Gigio, Topa y Muni, Maria Elena Walsh y versiones de clásicos infantiles en ritmo de cumbia, con las que los chicos despiden alegremente la semana. También, participar de rondas infantiles y experimentar con los juegos blandos diseñados por una artista plástica mendocina.
Lo que priorizo desde el día en que concebí tener un jardín maternal fue volver a las fuentes, recuperar el juego y prescindir de la tecnología.
Si mirás en retrospectiva estos trece años, ¿cuál es el balance?
El balance es positivo. El primer jardín funcionó en una casa del Barrio Bombal, de Godoy Cruz. Fue un trabajo de mucho esfuerzo, de mejorarnos día a día en todos los aspectos, escuchando las necesidades de los padres y centrándonos específicamente en la de los peques, con el objetivo de que estén muy contenidos y por ello nos elijan y hacer de su día a día una aventura diferente en el jardín.
¿Cómo es la forma de trabajar del jardín?
Lo que priorizo desde el día en que concebí tener un jardín maternal fue volver a las fuentes, recuperar el juego y prescindir de la tecnología. Aquí vienen y desarrollan la creatividad. Tenemos actividades co-programáticas, muy importantes en esta edad: psicomotricidad, música, inglés y cocina. Nuestra planificación se basa en el juego. Suelo recalcarles a los padres, que realizamos una labor diaria de inculcarles valores, un poco perdidos en la actualidad y para ello nada mejor, que trabajar en conjunto con ellos. (hogar/jardín – jardín/hogar), como por ejemplo…pedir por favor, dar las gracias, saludar cuando llegamos o cuando nos vamos….
¿Cuándo comenzó a ser un jardín integrador?
Siempre quise seguir la especialización en niños con necesidades especiales. Tuve la suerte que, un día recibí el llamado de una amiga cuyo hijo tiene síndrome de Down y le propuse que lo llevara. Desde una primera instancia lo recibimos muy bien. A partir de ahí constituimos el jardín integrador; para mí ese fue el logro más grande. Como soy muy creyente, todos los años le pido a Dios poder siempre acompañar a estos pequeños en sus primeros pasos y que nunca deje de tener un niño que tenga ese tipo de necesidades en el Jardincito
¿Cómo acompañan los procesos de aprendizaje de niños con diferentes patologías?
Cuando comenzamos tomamos un curso para conocer las diferentes patologías; aunque a todos los chicos hay que tratarlos por igual necesitamos aprender cómo resolver sobre la marcha algunas actitudes o conductas. En el caso de los niños integrados trabajamos en forma conjunta con los diferentes profesionales que intervienen en sus diversas terapias.
¿Existen antecedentes en Mendoza de jardines maternales que sigan este modelo?
Sí, tengo entendido que hay jardines que han tomado esta modalidad integradora, pero realmente desconozco como lo aplican, cómo trabajan con los niños o si preparan a sus docentes. Para mí, lo importante es no hacer diferencias de ningún tipo en absoluto, por el contrario, actuando de esta manera, en forma conjunta con las Docentes (las cuales, me siento muy orgullosa de cada una de ellas, por su compromiso, con cada niño) hemos tenido experiencias muy enriquecedoras para nuestras alma y corazones…
Tengo el orgullo de decir que el primer niño integrado que fue recibido en el Colegio Militar General Espejo egreso de Sólo los Chicos. Eso quedó en la historia del Liceo, como el primer niño integrado en dicha Institucion. Lo importante de este peque con Síndrome de Down es que tiene unos papás muy comprometidos con él y que trabajaron mucho para lograr esta integración tan importante. Lo recuerdo con un inmenso amor, como a todos los que he tenido la felicidad de ver transitar parte de su educación en Sólo los Chicos.
¿Cuál fue el día que pensaste en abrir el jardín?
Siempre me he dedicado a los niños. Empecé en la radio, en donde hice un programa infantil durante 25 años. Después estuve en Supercanal, en Cablín, otros siete. Tuve la alegría de ganar tres Premios Martín Fierro del Interior, pero me faltaba el feed back. Aunque cuando iba por la calle, me reconocían y me daban un beso, mi ilusión siempre fue tener mi propio jardín. Originalmente mi papá construyó este espacio para eso pero luego se le dio otra finalidad. Creo que en su ausencia, desde arriba, me ayudó a volver!!!!
Entonces, el deseo de abrir un jardín incluso precede a tu paso por la radio y a la televisión.
Desde que estudié para Profesora de Educación Inicial tenía esa idea pero el flash de estar en la televisión es fuerte, es lindo. El jardín es mi cable a tierra. Si pienso en algo que me hace realmente feliz eso es el amor de los chicos; no hay amor más puro, sincero y verdadero que el de ellos.
Estoy segura que aunque pasen los años siempre va a existir en mí esta gran profesión que llevo con inmensa vocación y me ha colmado desde un principio de un amor puro como el que transmiten los peques. ¡Esto me hace plenamente feliz! Todos los días doy gracias Dios de tener el privilegio de poder dedicarme a ellos completamente. También agradezco a los papás que depositan su confianza en Sólo los Chicos, y nos encargan el cuidado de sus tesoros más preciados. Soy totalmente consciente de ello; soy una bendecida.