Las inmediaciones del Club House y del Golf Club delataban que allí había una celebración a lo grande. Los gritos de alegría se hacían eco por las calles aledañas e invitaban a quien quiera que pasaba por el lugar a formar parte de tamaña algarabía. Allí dentro sí que se vivía en un mundo gobernado por chicos de todas las estaturas y edades. No es para menos, ya que era 18 de agosto y, fiel a su festiva tradición, Dalvian había montado para ellos una gigantesca fiesta del Día del Niño.
Los festejos comenzaron a las 11 de la mañana, por lo que los agasajados tuvieron tiempo suficiente para desayunar en familia y recargar sus baterías para pasar una jornada a puro juego. Los chicos procuraron llegar lo más temprano posible para no perderse de pasar por las más de 30 estaciones que se hallaban dispersas por los dos predios. La oferta lúdica fue muy variada y contaba con propuestas para todas las edades. Había desde inflables hasta un giroscopio doble.
“Hemos disfrutado del lugar muchísimo. A Ámbar la han pintado divina, ha disfrutado de la fotocabina, de la kermés…le ha encantado”.
Alba García y la pequeña Ámbar
Una de las estrellas del día fue el campo de batalla de paintball, que se había montado en una cancha de polvo de ladrillo del Club House. Esta actividad fue la excusa perfecta para divertirse en grupo imaginando estrategias para derrotar —sanamente— a los rivales. Otras alternativas que también tuvieron una gran acogida entre los más pequeños fueron el cilindro y la water ball, que no pararon de girar y flotar sobre el agua de la pileta hasta las 18, hora en que culminaron los festejos.
“El día fue maravilloso. Los niños se entretuvieron un montón. Yo vine a acompañar a mi sobrina y la verdad es que quedó muy satisfecha”.
Claudio Herrero
El aburrimiento jamás fue una opción en el Golf Club, donde los chicos podían jugar a ser grandes jinetes. Los recorridos a caballo fueron el plato fuerte de este punto de Dalvian. Los paseos equinos por los pastos verdes dejaron maravillados a todos. A los niños, por la conexión que pudieron establecer con los animales en su día y a los padres, por ver las sonrisas que la situación estampaba en las caras de sus hijos. ¡Los flashes no paraban de dispararse por aquí!
Daniela Gutiérrez Vila y Tincho, el entrañable personaje que encarna Rodrigo Galdeano, fueron los encargados de acompañar a los chicos a lo largo del día. Sus voces resonaban por todo el predio y extendieron la calidez que se sintió por la mañana hasta que se fue la última persona. Ya sea en el escenario o recorriendo el lugar como si fueran uno más, su presencia se hizo notar y trajo alegría a grandes y chicos.
“Quería decirles que ha sido un gran día, que lo he podido disfrutar junto con mi gran amiga Daniela y que la fiesta se colmó de muchos niños”.
Tincho
Pese a ser domingo, Tincho se vistió de gala con el guardapolvo celeste con el que va a la guardería. Su alborotada melena estaba cubierta con una gorra azul tirada para atrás. Con su dulce pero pícara voz, el pequeño gran animador se presentó ante ÚNICO con su infaltable humor: “Me llamo Tincho, tengo 5 años. Soy hijo de una mamá argentina y soy paraguayo por parte de un amigo de mi papá”.
Su compañera de aventuras, Daniela, transmitió que era un honor para ella que los organizadores la hubieran tenido en cuenta nuevamente para colaborar con el festejo de Dalvian. “Es el segundo año que hago la conducción del Día del Niño, que es hermoso. Trabajar con chicos es lo más puro que hay”, dijo con una amplia sonrisa en su rostro.

La animadora también agradeció que se le hubiera brindado la oportunidad de trabajar con su amigo Tincho y de compartir esta experiencia con los niños desde su lugar. “Por otra parte, agradezco a las marcas y sponsors que apuestan a este evento, que ya es masivo”. Por último, la conductora expresó que tiene grandes expectativas en torno a la apuesta del próximo año.
Desde el escenario, Daniela y Tincho dialogaron con el público y divirtieron a todos con sus ocurrentes comentarios. La química entre los dos y los más pequeños era innegable. Además de presentar los distintos shows que pudieron apreciar los asistentes, los animadores entregaron importantes premios, entre ellos, un karting eléctrico.
Momentos mágicos
Además de los juegos y atractivos que se hallaban desperdigados por el Club House y el Golf Club, la cuota de entretenimiento de la jornada estuvo aportada por los shows de Tini Antonini y las exhibiciones de danza, patín y taekwondo. Sin duda alguna, el plato fuerte llegó al final con la puesta en escena con la que el director Hugo Moreno cerró los festejos del Día del Niño en Dalvian.
“Ha sido muy lindo que los papás se sigan sumando, que sigan apostando acá y que vengan con los chicos”.
Daniela Gutiérrez Vila
“Trajimos magia, que creo que en estos tiempos es muy valedero, ya que nos permite volver a reconciliarnos con nuestro niño interior y entender que todo se puede hacer en equipo”, sostuvo el artista luego de agradecerle a la organización por haber confiado en su trabajo. “Todos tenemos que pensar en que estos niños no pierdan la magia nunca. Creo que ese es el mensaje que quisimos traer hoy”, insistió.
Consultado por cómo fue montar el espectáculo teniendo que lidiar con las bajas temperaturas que se sintieron por la tarde, Hugo remarcó que el profesionalismo de sus actores y el amor por lo que hacen combaten cualquier obstáculo. “Todos somos bendecidos por lo que hacemos. Cuando ves la cara de los niños, se termina todo el frío”, aseguró.
De la mano del espectáculo “Momentos mágicos”, el director montó sobre el escenario un desfile de números musicales que repasaba las películas más recordadas de Disney. Para no perderse de ningún personaje, los chicos disfrutaron del show a cococho de sus padres. Con impecables y coloridos trajes, los artistas cantaron y bailaron al ritmo de canciones de cintas memorables como “La Sirenita”, “Aladdín” y “La Bella y la Bestia”. Además de pasos de danza, hubo piruetas y un cierre a lo grande, con papel picado y serpentinas, que dibujaron un cielo de arcoiris.
Con la boca llena
Si bien el evento tuvo una extensión de siete horas, el hambre no fue problema para ninguna de las más de 1.800 personas que participaron de la celebración. Los organizadores quisieron agasajar a sus invitados en todo sentido, es por ello que montaron un patio de comidas con una amplia oferta culinaria. La gastronomía estuvo a cargo de un parque de cerca de 15 food trucks, que ofrecían platillos típicos venezolanos, alemanes, peruanos y árabes. También había pizzas, lomos de entraña, sushi, panchos y hamburguesas.
“Cuando ves ese recibimiento y esa calidez que tiene la gente, a los artistas se nos prende un chip que nos enciende el corazón”.
Hugo Moreno
El frío pudo combatirse degustando un buen café, acompañado de un rico alfajor o un suculento waffle. Pese a las bajas temperaturas que se sintieron por la tarde, el carrito de helados tuvo su buena cuota de fanáticos garantizada. El boom cervecero también marcó su presencia en la jornada, obviamente, solo entre los adultos. Para los niños y, por qué no, para los grandes, había una extensa lista de licuados.
El club también aportó su cuota lúdica con actividades deportivas para todas las edades. Los niños pudieron demostrar sus dotes para el fútbol, practicar artes marciales en la lección de taekwondo, jugar al tenis y disfrutar de la danza y el patín. También se ofrecieron clases de desarrollo motor y psicomotricidad. Para los adolescentes, había dos alternativas: acrodance y entrenamiento funcional.
Con la intención de motivar a los adultos en tomar a la actividad física como un hábito saludable, durante los festejos del Día del Niño se brindaron clases de pilates, spinning, zumba, yoga y entrenamiento funcional. Gimnasio y running también formaron parte del cronograma fit de la jornada.