En el invierno es muy normal que el frío, el viento y la calefacción resequen la piel en mayor o menor grado, en algunos casos produciendo incluso una deshidratación profunda.
Como la epidermis se vuelve más sensible, hay que proporcionarle cuidados especiales. Aunque esta época debería ser nuestra aliada, si de cuidados de piel se trata, lo que principalmente debemos tener en claro es que la piel es nuestro órgano más grande y el que mayor exposición tiene, por ende, debemos cuidar de él los 365 días del año. Si bien es recomendable que durante el invierno nos realicemos tratamientos faciales, ya que la exposición solar es menor y la radiación del mismo es menos invasiva, estos cuidados generales deben ser llevados a cabo constantemente. Con la repetición diaria de estos tips generamos una rutina, la cual se vuelve más llevadera cuando notamos que los resultados son positivos.
A continuación, 10 consejos para tener una piel impecable y radiante en tiempos fríos.
1 Limpiar la piel 2 veces al día
Por la mañana cuando te levantes, y por la noche antes de acostarte. Pero ¡ATENCIÓN! cuello y escote también están incluídos en nuestra rutina.
Para este paso es recomendable utilizar geles o jabones de limpieza, ue encontrarás en farmacias, con opciones de diferentes marcas.
2 Usar cremas hidratantes
La mayor cantidad de veces al día que podamos. Para encontrarte con tu producto ideal es necesario y fundamental que acudas a un profesional para que pueda recomendarte el mejor producto acorde a tu piel facial. No hay que gastar una fortuna en productos de belleza, solo debemos encontrar el indicado para cada persona.
3 Pantalla solar 24/7
Usalo en rostro, cuello y escote. Aunque sea invierno e incluso transitemos días nublados, los rayos siguen afectando nuestra dermis. Hoy en día las líneas dermatológicas y cosmetológicas nos ofrecen productos con color, ideales para reemplazar la base de maquillaje.
4 Tratamientos nocturnos
Si estás realizando algún tratamiento con cremas que contengan sueros o ácidos, es ideal que sean utilizadas de noche, ya que generalmente su contenido no es compatible con los rayos solares y podemos notar la aparición de manchas.
5 Exfoliaciones y mascarillas faciales
Es recomendable que las mascarillas faciales se utilicen una vez por semana y es de suma importancia que, luego del tratamiento, podamos resguardarnos del sol. La exfoliación arrastra las células muertas de la superficie de la piel, haciendo un barrido que le da luminosidad al rostro y que limpia las impurezas que se acumulan en esta parte del cuerpo. No utilices el mismo exfoliante del cuerpo para el rostro, pues la piel de la cara es más delicada. Se recomienda exfoliar la piel una vez por semana.
6 Peelings
Son tratamientos que quitan una capa de piel superficial para dejar al descubierto uno nuevo, más suave, joven y brillante. Existen tres tipos de peelings: los químicos, los enzimáticos y los mecánicos. El invierno es la estación ideal para realizar los tratamientos más fuertes y el riesgo de mancharse es mucho menor. Antes de realizarlo, consultá con un profesional.
7 Elemental y querida agua
Esos 2 litros que siempre se recomiendan, y a veces en invierno tanto cuesta consumirlos, van a hacer que nuestra piel se mantenga luminosa y que los riesgos de tener una piel alípica sean casi nulos. Este tipo de piel, es de apariencia fina, color mate y sus poros son casi imperceptibles. Quienes poseen estas pieles suelen sentirla áspera y tirante con frecuencia. Por otro lado, la piel seca y deshidratada no solo tiene una deficiente secreción sebácea, sino que además su retención de agua es menor.
8 Todos los extremos son malos
Evitá los contrastes de temperatura, la exposición al calor de estufas y los
cambios bruscos, especialmente las personas con el rostro enrojecido o con tendencia a rosácea.
9 Labios
Si bien debemos cuidarlos a diario, por la noche es recomendable hidratarlos abundantemente con crema o aceite, para evitar que se agrieten y se sequen. Podemos recurrir también a la exfoliación, la cual se puede realizar con un cepillo de dientes extra suave y masajeando de manera circular, luego aplicá algún hidratante.
10 Respetá y conocé tu tipo de piel
SIEMPRE consultá con un especialista sobre los cuidados, rutinas de limpieza y productos adecuados para lo que comúnmente llamamos “nuestro tipo de piel”. Muchas veces la falta de conocimiento puede producirnos efectos adversos.
Una vez que nuestra rutina diaria incorpora estos hábitos, veremos como nuestra piel suma o recupera el brillo natural y la suavidad. Pero, como todas las buenas cosas de la vida, no es al instante. Todas las personas, sin importar sexo o edad, deberían prestarle especial atención a los cuidados de su piel.
Luisina Salas
Maquilladora profesional y cosmetóloga
+549 261 5 92 9382
@luisinasalas.makeup