
Considerado la máxima expresión de la elegancia en Marruecos, el caftán ha sido adoptado a través de los siglos por diferentes países y culturas, ganando una popularidad que se extiende hasta hoy, considerado una prenda icónica del estilo hippie chic.
El origen de esta túnica, sin mangas ni cuello, es la antigua Mesopotamia (región que actualmente abarca Irak, Siria, Irán y Turquía). Durante siglos se impuso entre los hombres y mujeres de Turquía, pero eran ellas quienes los confeccionaban, utilizando hilos de plata, chalecos de seda tejidos a mano, bordados en oro, lazos y terciopelo. Fue, tiempo después, adoptado en Rusia –por la clase alta, hasta 1600-, el sudeste de Asia y África Occidental.

A Norteamérica llegó en la década del 20, traído por los inmigrantes de Estambul, El Cairo, Shanghai y Casablanca. Tres décadas más tarde inspiró a Christian Dior, quien presentó el primer diseño moderno de un caftán. Por esos años, Frida Kahlo ya comenzaba a hacer de él, su pieza icónica. Sin embargo, fue Yves Saint Laurent quien la impuso a fines de los 60, convirtiéndola en una prenda que podía adoptarse tanto de día como de noche. Por esos años, actrices como Grace Kelly, Elizabeth Taylor, Jacqueline Bisset y Catherine Deneuve lucieron preciosos caftanes, demostrando su versatilidad. Esto dio origen al estilo hippie chic.
Tras la popularidad que adquirió en la década de los 70, la moda vintage vuelve, ahora, a imponer esta delicada y sugerente túnica como la opción ideal para una velada de gala, una cita urbana o un paso bajo el sol. Los hay cortos y largos; lisos y estampados; confeccionados para las estaciones: con géneros ligeros, para los meses de verano y con terciopelos y brocados, para el invierno. Sus diseños pueden incluir aires étnicos, mediterráneos e incluso mexicanos –en honor a la artista mexicana-.
En el mundo de la alta costura el caftán ha inspirado a grandes diseñadores. Firmas como Balmain o Chloé presentan modelos luminosos y favorecedores, ideados para lucir de noche; Tommy Hilfiger prefiere recurrir a las reminiscencias étnicas y al folk para presentar caftanes con aire de “western”.
Con un toque más sofisticado, Chanel muestra caftanes de corte romano con hombros y mangas joya, detalles dorados y cenefas de encaje. Mientras que Balenciaga apuesta a diseños más sutiles y bucólicos, en los que priman texturas como el croché; y el diseñador libanés Elie Saab apuesta por el efecto lurex y añade pedrería, transparencias, escotado o sensuales aperturas.
En el centro de la pasarela
Este año, por primera vez, esta prenda tradicional fue protagonista de la primera edición del Festival Caftán realizado en Oujda, capital de la cultura árabe, en el marco del Día Internacional de la Mujer. A través de colecciones de reconocidos diseñadores marroquíes, el desfile destacó la riqueza y diversidad de esta prenda que se ha ganado un lugar en el mundo de la alta costura.