Basado en un programa real de lucha de mediados de los 80, GLOW (Gorgeus Ladies of Wrestling) revive lo que fue un fenómeno televisivo, famoso por romper récords de audiencia y empoderar al género femenino en un deporte hasta entonces realizado solamente por hombres. Producto de la caricaturización, la sexualización y estereotipación de las mujeres, este show daba rienda suelta a lo peor de la cultura del espectáculo. Netflix presenta el otro lado de la moneda: las luchas internas de las protagonistas, sus vidas fuera del ring, los conflictos que enfrentan con el mundo que les tocó vivir y la relación salvadora que construyen junto a sus compañeras de trabajo.
Producida por la creadora de Orange is The New Black, esta serie es un despliegue de color, mallas, glitter y peinados con altura. Ahora llegó a la plataforma streaming su segunda temporada, que no tiene nada que envidiar a la primera: se profundiza sobre la vida de los protagonistas y el espectador llega a conocerlos más.