Para el año 2020 se estima que 50 millones de dispositivos electrónicos estarán conectados a internet, con funciones que el usuario de hoy ni siquiera imagina. Un mundo futurista está a punto de llegar a los hogares, de hecho, en muchas partes del mundo ya comienza a disfrutarse. Dentro de la W arquitectura de última tecnología, de la que se desprende el concepto de ciudades-edificios-hogares inteligentes, y las nuevas alternativas en el ámbito comercial, algunas de estas soluciones innovadoras han ido ganando terreno en tan solo dos años. Es, sin dudas, un gran gigante que llega para quedarse de forma inevitable. Pero, ¿qué es exactamente?
Aunque sea un concepto vago, el nombre lo dice todo: IoT significa Internet of Things, que se traduce como “internet de las cosas”. Alude a que los objetos físicos que utilizamos en nuestra vida cotidiana podrán conectarse a internet mediante un hardware especializado que le permite al usuario programar eventos específicos. Para clarificar: cada dispositivo contiene un IP único mediante el cual el producto puede recibir instrucciones para realizar distintas acciones.
En el sector privado es utilizado en casi todas las industrias. Las empresas tienen presente que hacer uso de la tecnología es casi siempre una ventaja y aquellas que se consideran vanguardistas e innovadoras han ido sumando el IoT a sus sistemas productivos. Generalmente, se aplica en maquinarias que se encargan de controlar procesos de fabricación, robots ensambladores, controles de producción y sensores de temperatura. Todas estas actividades productivas son potenciadas a través de este avance y, gracias a ello, los rendimientos aumentan. Del mismo modo, el sector de la salud ha sacado provecho de esta tecnología en el monitoreo a pacientes de manera ambulatoria y no invasiva. Esto permite un mejor aprovechamiento de recursos humanos y materiales que puede marcar la diferencia.
Pero, sin dudas, el uso más destacado es el que se aplica en los electrodomésticos que utilizamos en nuestra vida cotidiana y que nos ofrece un sinnúmero de comodidades que van a ahorrarnos tiempo y dolores de cabeza en nuestros propios hogares.
Más que un objeto, un salvador
Sensores para el jardín: para los amantes de las plantas existe un sensor que puede registrar datos acerca de la luz solar, la temperatura, el nivel de fertilizante que tiene el suelo y el grado de humedad del mismo. Todos estos datos son analizados por el sensor para determinar qué necesitan las plantas. Luego, como si esto fuera poco, el dispositivo envía alertas al celular del usuario a través de bluetooth.
Reguladores de luz: a través de una app, se puede controlar la electricidad del hogar. Dependiendo del momento del día, el usuario enciende o apaga las luces desde donde esté. Esta función aplicada por IoT es muy práctica para aquellos que se ausentan por largas horas de su casa y les preocupa tenerla a oscuras.
Zapatillas inteligentes: estas zapatillas ya existen y se sincronizan con la app del atleta. A través de ellas, se puede medir la distancia y el tiempo recorrido en una jornada de ejercicio. Pero no termina allí: también se puede almacenar toda la actividad del usuario, como las calorías que consume o cualquier tipo de información que esté relacionada con el entrenamiento físico y sea útil para quien lo usa. Estos datos se pueden descargar al dispositivo móvil para ir creando un historial que mida el progreso alcanzado.
Puertas de garajes inteligentes: se trata de una app que permite controlar el acceso al garaje. Tu smartphone es el control remoto de tu garaje y puede abrir y cerrar las puertas estés donde estés. Pero no te asustes, no se va a abrir sin tu consentimiento porque cada vez que existan movimientos, se enviará una alerta a tu celular. También sirve para permitirle el ingreso a otras personas desde cualquier parte con un simple clic.
Wearables para perros: el concepto “wearable” hace referencia a un dispositivo electrónico que los usuarios pueden “vestir”, tal como lo indica su nombre en inglés, y permite transmitir información al usuario. En este caso, esta tecnología se coloca en el collar de tu mascota para monitorear su actividad, saber sobre su calidad de sueño y detalles sobre su comportamiento. Una función muy útil para los que se preocupan por las mascotas del hogar es controlar distintas variables médicas y problemas de salud.
Horno inteligente: como todos los productos que venimos mencionando, se controla a través de un smartphone o tablet. Este horno reconoce muchas recetas y puede hacer el trabajo solo. Al finalizar, cuando el plato está listo, envía una alerta al usuario.
Cesto de basura inteligente: esta tecnología, además de inteligente, es amiga del medio ambiente. Tiene diferentes compartimentos donde se coloca el tipo de residuo según corresponda. Además, tiene un sensor que levanta la tapa cuando alguien acerca la mano. Tiene conectividad wifi, puerto USB y presenta informes al smartphone del usuario sobre el control de residuos, el peso de lo que se va generando y cuantifica la cantidad de bolsas de residuos.
Otros dispositivos: muchas marcas apuestan por un sistema en el que electrodomésticos como el televisor, la heladera, el aire acondicionado y el lavarropas se comuniquen con el smartphone del usuario. Un ejemplo destacable es el del aire acondicionado, que puede encenderse 10 minutos antes de que el dueño llegue a su casa. Del mismo modo, el usuario puede comenzar un ciclo de lavado desde su trabajo con solo enviar la orden a través del celular. En el caso de la heladera, esta envía una alerta que indica que los huevos ya están por terminarse, entre otras cosas. Esta nevera inteligente estará disponible en poco tiempo y será fabricada por General Electric..