¿Atentado a nuestros derechos o una posibilidad para mejorar nuestras vidas? Estos implantes ya están en uso, cada uno deberá determinar qué futuro nos depara este tipo de tecnologías.
Los implantes tienen como objetivo sustituir no sólo a las tradicionales tarjetas electrónicas, sino también a los identi cadores digitales y oculares, considerados hasta ahora lo último en seguridad. Si bien parece que estas tecnologías sólo tienen aspectos positivos ¿cuales son sus posibilidades?
¿Podría tener consecuencias negativas?
Según los responsables de esta idea, el violar la privacidad del portador no es posible, dado que el chip colocado en el cuerpo de estos trabajadores no incorpora ningún GPS ni ningún otro sistema de geolocalización. Si bien de la misma manera subrayan que es ingenuo pensar que nuestra localización y privacidad son seguras, aludiendo al rastro que vamos dejando desde nuestros teléfonos móviles, tarjetas de crédito o de las publicaciones en la red, cuando no a través de nuestros movimientos registrados en las miles de cámaras de seguridad colocadas en las calles de las grandes ciudades.
controlar personas, controlar la diabetes
Sin embargo, más allá de las posibilidades más prosaicas, como la que ha llevado a un grupo de checos a insertarse un chip subcutáneo a modo de tarjeta de crédito para utilizar en determinados comercios, parece que la implantación de nanosensores puede acabar teniendo aplicaciones mucho más relevantes para la especie humana. Un ejemplo es el que ha llevado a una empresa británica a desarrollar microchips que tienen como objetivo permitir a los diabéticos no tener que utilizar insulina.
Sea como fuere, como era de esperar, la posibilidad de que dentro de un tiempo todos los trabajadores acaben con un microchip implantado en sustitución de sus identi cadores personales físicos ha generado mucha polémica. Muchos de los detractores de esta idea han planteado el hecho de una “invasión total de la intimidad” mientras que otros ven en esta tecnología in nitas posibilidades para la Humanidad.