Sus orígenes se remiten a civilizaciones antiguas que poblaron la tierra hace más de dos mil años, sin embargo la tradición permanece y en la actualidad el carnaval de Río de Janeiro es la manifestación más popular. Si bien algunos especialistas afirman que los sumerios fueron los primeros en celebrarlo, el dios romano Baco es el antecedente más conocido de los carnavales. El vocablo proviene del término carnevale, propio de las lenguas romances o neolatinas y que en italiano no ha sido modificado. El italianismo carnaval ha desplazado las formas tradicionales españolas carnal o antruej y terminó imponiéndose.
Para el cristianismo de la época medieval, la cultura sucesora del imperio romano en occidente, el carnaval era un festejo pagano y por eso el pueblo se ocultaba debajo de máscaras y disfraces. En los tres días que se llevaban a cabo los bailes y rituales, todo estaba permitido, incluso la burla a las autoridades y el sacrificio de animales. Se trataba de un período de permisividad que precedía la cuaresma y las pascuas. En la actualidad las fechas del carnaval siguen dependiendo de la semana santa y este año se celebrará el segundo fin de semana de febrero, aunque en la mayoría de las ciudades latinas se vienen palpitando las famosas “pre-carnavaleras” desde enero.
Samba y Candombe
Río de Janeiro es la expresión más icónica de la fiesta, con los bailarines engalanados en coloridos trajes, el mítico Sambódoromo del Marquês de Sapucaí y los enormes carros de las Escuelas de Samba que desfilan por las calles de la ciudad. Sin lugar a dudas es el carnaval más concurrido por lo que reservar las fechas con un año de antelación ya no es tan descabellado como ediciones anteriores. La ocupación hotelera de Río se satura para las fechas y conseguir habitaciones a buen precio es una tarea salomónica. Las entradas para el sambódromo varían desde los 50 dólares en la categoría más baja, hasta 600 en ubicaciones VIP. En caso de ir sin entradas, las reventas triplican el valor de los tickets.
Por otro lado, las calles de la ciudad son un atractivo aparte donde se puede disfrutar de shows musicales en vivo desde comienzos de enero. Los “Blocos”, como son conocidos, se organizan por barrios y son grupos que organizan desfiles informales por las calles de la ciudad con música, disfraces y mucha cerveza. La participación en los blocos es gratis y lo mejor es ir disfrazado, para no desentonar. El Saara es un área comercial al aire libre ubicada en el centro donde se pueden conseguir disfraces a buen precio. Son once calles próximas a la estación de metro Uruguaiana. El año pasado se realizaron más de 500 blocos y los más conocidos son Banda de Ipanema, Monobloco, El Bloco Cru o Devotos de Marley. Algunos de ellos son temáticos, como es el caso del bloco Sargento Pimenta, en honor a los Beatles, o Thiller Elétrico, una puesta en escena que se basa en éxitos de Michael Jackson.
En Uruguay se desarrolla el carnaval más largo del mundo, que abarca 35 días entre enero y febrero. Es un festejo que compromete a todo el país, sin embargo en Montevideo están las actividades más interesantes. Así como en Río de Janeiro, se llevan a cabo desfiles por las calles de la ciudad, sin embargo en Uruguay desfilan murgas y comparsas, entonando candombes en sus famosas llamadas de tambores. El corso principal desfila por la avenida 18 de Julio, inaugurando los festejos oficiales, con sus reinas, carros alegóricos y los famosos “cabezones”.
El relato del carnaval uruguayo se remonta al siglo XVIII, cuando los inmigrantes europeos llegaron al país e importaron esclavos para realizar las tareas manuales. Desde entonces, la población de inmigrantes se refugió en la danza y la música para buscar consuelo por su errático destino. Así llegó el candombe para quedarse por siempre en las tradiciones del pueblo uruguayo incluso después de que se abolió la esclavitud. Los cantos de las murgas tienen entonces un guión de rechazo a la autoridad y una profunda crítica social, personificada en los “lubolos” y “parodistas”, quienes llevan la voz cantante. Es posible tomar clases de candombe o murga con Mario Ipuche (marioipuche.com) o La Melaza (lamelaza.com).
Máscaras y trajes de época
El carnaval de Venecia, el más viejo de todos, es sin dudas el más conocido por sus ostentosas máscaras y elegantes trajes y vestidos del siglo XVIII. La versión tradicional cuenta que fue en el año 1162 cuando la República de Venecia venció al patriarca de Aquilea, Ulrico di Treven, y para festejar la hazaña el pueblo se lanzó a la plaza de San Marco a cantar, bailar y brindar. El carnaval fue prohibido cuando la ciudad cayó bajo el mando del Imperio Romano y otra vez cuando Napoleón Bonaparte ocupó la ciudad. Sin embargo, el Gobierno Italiano decidió regresar a sus raíces culturales y en 1979 reinstauraron el carnaval.
Si bien se encuentran vestigios de su nacimiento alrededor de 1300, fue Christopher Tolive quien, en 1926, oficializó los festejos. Su argumento a favor de la creación del festival fue que el Dogo (líder) de Venecia y su corte tendrían una oportunidad recorrer las calles de la ciudad y mezclarse con el común de la gente. Por eso las máscaras, llamadas maschera nobile y maschera de galeone, son el elemento más significativo del festejo, además de los trajes de época. En un principio los atuendos y los antifaces eran solo blancos y negros, aunque a los largo de los años la tradición evolucionó y actualmente se pueden encontrar máscaras doradas, plateadas, y trajes rojos, verdes, azules, con detalles dorados y brillantes. Existe, también, una competencia por la máscara más bella, juzgada por importante panel de diseñadores de moda.
En Bélgica, también alrededor del Siglo XVIII, nació el carnaval de Binche, que conmemora otra victoria bélica. La historia se remonta a la época de Luis XIV, el emperador Carlos V visitó a su hermana, María Teresa de Austria, y le llevó como regalo a los Gilles y los Cunchus, aborígenes nativos de América destinados a trabajar en minas de carbón y otras laborales manuales. Los atuendos del carnaval de Binche varían aunque todos están inspirados en los trajes típicos de la época. Las máscaras y colores diferencian a los Gilles, máscaras de grandes ojos verdes, de los Cunchus, que no llevan antifaz pero sí un alto sombrero de plumas blancas. Además están los arlequines, pierrots, campesinos y marineros, que pasean por las calles entablando una batalla de naranjas sin precedentes.
Mardi Grass
Los orígenes de este carnaval se remontan a la época en que los franceses colonizaron Luisiana. Desde entonces la ciudad se organiza en Krewes, que son las peñas que se encargan de organizar los desfiles y sus carros, el cotillón, los bailes y las fiestas. Si bien los festejos se concentran en la calle Bourbon y el Barrio Francés, el desfile de carros ya no pasa por ahí porque los carros son demasiado grandes. Si bien se suceden a los largo de todo el fin de semana hasta el miércoles, los desfiles principales son el día martes, Mardi Grass, cuando en el distrito de Uptown comienzan a pasar carrozas hasta llegar a la calle Canal, donde la krewes organizan fiestas que duran todo el día. Mardi Gras finaliza formalmente cuando se reúnen los reyes de Rex y sus “súbditos”, el rey y la reina del carnaval y el rey y la reina de la peña de Mistick Krewe of Comus (la peña de Mardi Gras más antigua). Cuando se realiza esta reunión se hace un baile en el auditorio municipal de la ciudad. A la media noche un escuadrón de policías, montados sobre caballos, empieza a despejar la calle Bourbon. Dicho evento significa que ha finalizado el carnaval y se ha dado inicio a cuaresma.